
Tabla de contenidos
Los niños y las pantallas
Yo era de esas personas. Veía a los padres poner la TV o los teléfonos a los niños pequeños y me parecía fatal. O incluso comprarles su propia tablet bien pequeños. Y pensaba «yo no voy a hacer eso». Pues bueno, siempre te acabas comiendo tus palabras en alguna que otra cosa, con esto de la maternidad.
Como solemos decir mucho en mi casa:
Nunca digas de este agua no beberé, o este cura no es mi padre.
Pues de primeras, a mi hijo la televisión no le interesaba demasiado. Cuando eran programas «de mayores». Pero ay, es que a mi me gustan los dibujos animados. Yo ya veía a veces Pocoyó antes de tener al niño, y mi canal favorito era el Disney Channel… Pues qué le vamos a hacer, aunque no veíamos mucho la televisión, alguna vez coincidía, y eso si le pareció interesante.
Como con un año ya nos pedía Pocoyó. Y de cuando en cuando le poníamos algún capítulo. Todo muy light y controlado.
La tablet para mamá
En un momento dado después de nacer al niño, me decidí a comprarme una tablet para mí. Mi teléfono en aquella época era bastante limitado, y con el niño por medio a veces no era cómodo ponerme al PC. Y las cosas que hacía en esa época – Ver redes sociales y foros – bien las podía hacer con una tablet. Tampoco descartaba la idea de que «cuando el niño fuera más mayor» la usara alguna vez. Yo pensaba que cuando ya se me quedase corta – pasados muchos años – igual entonces se la podría dejar, y yo comprarme otra.
¡Qué equivocada estaba! No sé bien cómo, pero en poco tiempo acabó pareciendo más suya que mía. En parte por influencia de las primas y primos mayores que ya tenían sus tablets. Aunque claro, cuando hasta la abuela juega al Candy Crush ?…
Y bueno, lo que dicen que estos niños que han nacido «con una tablet en la mano», es cierto, hay que ver cómo se apañan tan chiquititos.
Con unos dos años ya se hacía perfectas algunas recetas del Cooking Mama.
Al comprar a través de los enlaces de afiliado recibo una comisión. Gracias por tu apoyo. Los precios e imágenes de los productos de Amazon pueden diferir según región o por cambios en los productos. Última actualización el 2023-09-26
Eso sí, por lo general era sólo algún ratito suelto, y jugábamos con él.
Jugar o ver las cosas con ellos
Una cosa que siempre me insistió mi madre sobre la televisión, es que no es tan malo que los niños vean televisión, lo malo es que la vean solos. Lo importante es que estemos con ellos. Pues yo creo que esto aplica a todo esto hoy día. No es lo mismo que los niños estén siempre viendo televisión, vídeos o jugando con su tablet solos.
Tenemos que estar con ellos o pendientes. Ver lo que ven, o a lo que juegan, y explicárselo. Aparte que de esta forma, pasa a ser una actividad conjunta y no tanto algo con lo que estar aislado. Aparte, de que en nuestro caso, nos gustan también los juegos ?.
Trabajando desde casa con niños
Cuando nos vinimos a Alemania, empecé a trabajar desde casa y a veces no es fácil con niños pequeños de por medio. Mi hijo tenía entonces unos 2 años. Al principio, intentaba trabajar cuando dormía. Aquella opción pasados los 2 años y medio se empezó a complicar. Se despertaba más temprano y la siesta la hacía durante el curso intensivo de alemán. Y cuando dejé de ir al curso, dejó de hacer siesta.
Ya inicialmente, a veces necesitaba tirar de vídeos o de la tablet (mientras la tuve) para las reuniones online. Eso era algo que tenía que ser en horario de oficina, no cuadraba con siestas, y necesitaba realmente que el niño se mantuviese entretenido. Cuando dejó de hacer siestas, estuve apañando como pude trabajando de madrugadas un tiempo, pero en alguna ocasión también necesité tirar de pantallas para poder trabajar algo más.
Fin de mi tablet
Lo que pasa es que, en un momento dado, mi tablet se cayó y se rompió. Fue trasladándola, no jugando con ella. Esto nos pasó a los pocos meses de venirnos a Alemania. Y ahí quedó la cosa, pensé que en principio no compraría otra hasta que fuese más mayor y la pidiese explícitamente. Igual cuando ya supiese leer y escribir, como me sugirió mi hermana.
Así que fuimos apañando con vídeos de Youtube y DVDs de la Biblioteca de Bremen, que veía en la televisión.
El sentimiento de Culpa
Está claro que con todo el machaque que hay hoy día, la culpa nos invade con todo. Especialmente como madres. Y para mi los niños y las pantallas son uno de esos temas. Cuando ha estado jugando o viendo vídeos mucho rato, luego me siento fatal. Está claro que en parte es por comodidad nuestra de los padres, pero en ocasiones, necesitas una opción fácil. A veces necesitas hacer algo o simplemente, necesitas tu tiempo. Y quieras que no, los niños también lo disfrutan – mucho – , y bien enfocado puede ser una actividad más.
Por ejemplo, durante el embarazo, tuve que tirar algo más de pantallas. No me encontraba nada bien, con muchas náuseas y vómitos. – Tanto que acabé estando ingresada incluso unos días. – Apenas podía hacer nada, vivía con la cabeza pegada a un cubo. Me sentía mal por ello, pero no tenía mucha opción que ponerle vídeos al niño. En un momento dado sí que pedí ayuda a una conocida, que vino unos días y llevaba al niño un rato al parque. Pero está claro que el niño vio bastante más televisión ese tiempo.
Soy la primera que a veces le pasa, y trabajo continuamente en ello. Nunca deberíamos juzgar lo que hacen o dejan de hacer otros padres, porque nunca vamos a conocer su historia y situación completas.
Porqué me decidí a comprar una nueva tablet
Según avanzaba el embarazo, empecé a pensar en la pequeña. Si cuando llegase el bebé yo necesitaba «tiempo» para atenderle, necesitaría a veces ponerle la televisión a mi hijo. Y obviamente, no quería caer en poner a un bebé tan chiquitito delante de la tele. Con la televisión, sería complicado aislar al bebé.
Así que pensé que una tablet sería mejor opción, y le compramos la tablet Fire Kids. No me apasionaba en exceso la idea, pero creo que fue acertada, y más con lo contenta que quedé con cómo funciona.
Y así por lo menos he podido mantener a la niña sin pantallas directas muchos meses. Hasta que ha aprendido a gatear y luego también a subir a los sofás. Y se pone encima (literalmente) de su hermano. Ahí poco más puedo hacer ya.
Obvio intenta echar mano a la tablet también. Pero bueno, ha sido casi un año en el que ha tenido mucha menos exposición a las pantallas.
Y aún ahora todavía tenemos cierto control. Especialmente con unas normas para el uso de la tablet.
¿Y vosotros? ¿Habéis caído también o habéis conseguido mantenerlos al margen de pantallas?