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Permiso de Maternidad: Cuatro meses es tan poco… (Diferencia Nº 21)

Cuatro meses de baja de maternidad son tan poco. Miro a mi niña, y la veo tan pequeña. Porque cuatro meses son muy poco. Recuerdo cuando mi hijo los tenía, y tuve que reincorporarme al trabajo. Así de pequeñito era (o un poco más, ya que es chiquitín).

Solo cuatro meses de Baja de maternidad en España contra los 14 (o 28) de permiso de paternidad en Alemania - Imagen ilustrativa de mis hijos con cuatro meses

En estas semanas se ha celebrado el día de las madres, hace una semana en España y este pasado fin de semana en Alemania y otros países. Y a mi no hace más que darme vueltas esto por la cabeza. Os dejo esta reflexión.

Cuatro meses de baja de maternidad

Sólo cuatro. Es algo en lo que pienso a menudo estos días.

Recuerdo lo que lloré y sufrimos. Todos. Lo que lloró mi niño. Lo mal que lo pasaba mi marido que se quedó con él, y mi madre también algunos días. Recuerdo lo difícil que fue y todo lo que tuvimos que preparar e inventar para que tomase leche sin mi.

Me parte el alma recordar que aprendió a decir mamá llamándome entre llantos, me contaba mi marido.

Y me dolió también mucho la incomprensión. Mucha gente considera que es lo normal y no le dan importancia. En el trabajo me decían que no tenía porqué estar triste. Que es «lo que tocaba». Que claro, que por eso se destetaba a los niños a los 4 meses, para volver a trabajar ¿¿??.

También era muy duro ser mamá y perderme hitos importantes. Primeras palabras, descubrimientos y avances.

Luego aunque por suerte ya fue con más de año y medio que tuvo que ir a la guardería unos meses. Fue complicado encontrar un lugar respetuoso y que entendiesen cómo criábamos a nuestro niño. Al final encontré un sitio genial en Ninos Picanya. Allí sí nos entendían, era muy diferente a la mayoría de centros de la zona. Y la profesora era un amor.

Aún así, me dolió mucho ver cómo se colaban en su primer vocabulario frases que no eran nuestras. Que aunque tenía su punto divertido y entrañable, y le tenemos mucho cariño a la profesora, a mi me dolía que se le quedasen marcadas expresiones de otra persona, que de hecho algunas aún las recuerda más de dos años después.

La culpa maternal

Por culpa de las circunstancias y de cómo funcionan las cosas en España, me siento culpable. Siento que a mi hijo, en su corta vida, ya le he abandonado muchas veces. Y cada una de ellas me pesa. Me duele pensar que él también lo sienta así y que también se haya marcado en su subsconciente. Me duele pensar en qué puedan haberle afectado. Si se comportaría de manera diferente habiendo sido las cosas de otra manera.

Separación al nacer

La primera vez ya fue en su nacimiento, por cesárea. Cuando por culpa de los protocolos no podía estar con él desde el primer momento sin separarnos, como debería ser. Y además por culpa de los anestesistas no pude estar con él hasta pasadas un par de horas (y por suerte sólo fue eso, que sé que podría haber sido peor). Yo pude tener otro parto diferente, pero él sólo tiene un nacimiento. Y hay quien dice que te puede marcar para toda la vida.

Obligaciones laborales

Después cuando tuve que asistir a clases, aunque eran periodos cortos que él solía pasar durmiendo. Aquello no me hacía sentir tan mal por dos motivos: Uno que era decisión mía, y otro que él no lo llevaba mal. Apenas eran 2 o 3 horas y no parecía enterarse.

Luego cuando tuve que volver al trabajo tras los cuatro meses de baja de maternidad, si fue muy duro, y por circunstancias no teníamos otra opción viable. Aunque por suerte, pudo quedarse con su padre.

Cuando aquí en Alemania cuento (incluso a gente de otros países) que muchas familias no tienen otra opción más que llevar a sus bebés al acabar los cuatro meses de baja de maternidad a la guardería, me miran horrorizados. O incluso antes en algunos casos, como autónomos.

Guarderías

Luego cuando tuvimos que llevar a mi hijo a la guardería/Escuela Infantil en España fue un golpe muy duro también. El primer sitio que probamos (2 días) no nos gustó nada a ninguno y lo pasamos fatal tanto el peque como yo.

Luego un poco mejor, porque como dije encontré un sitio más respetuoso. Pero aún así fueron cuatro meses despidiéndonos con llantos casi a diario. Aunque luego ya me decía que él sí lo pasaba bien, y le gustaba. Pero despedirse nunca es agradable. Y para los niños es un mundo. Porque su noción del tiempo no está desarrollada y no saben cuándo volverán a verte.

Los siguientes inicios en guardería aquí en Alemania han sido durillos, pero no tanto, porque él ya sabía expresarme con palabras lo que ocurría. Y como muchas madres pienso, que el punto ideal de empezar en una guardería sería ese, cuando pueden contarte cómo se sienten y lo que ocurre allí. Da mayor tranquilidad.

Ahora: Una situación diferente

Por suerte, ahora no. Esta vez no tengo que dejar a mi bebé sin mi. La miro, tan pequeña. Me acuerdo mucho de cómo era su hermano. Y doy gracias por no tener que volver a pasar por todo aquello. Tan pequeñita es ella ahora, pienso. Tan pequeñito era él.

Esta vez puedo quedarme casi unos 2 años al menos con mi niña, gracias a estar trabajando desde casa (aunque menos) y a los permisos de pa/maternidad alemana. Ya que aquí aparte de una baja maternal similar a la de España cuando trabajas por cuenta ajena, luego hay una excedencia pagada (Elterngeld) de 14 meses a repartir entre los dos padres, mínimo 2 y máximo 12 cada uno. Y que se puede extender al doble cobrando la mitad cada mes, y a la vez trabajar parcialmente. Eso he hecho yo.

Y según cómo vayan las cosas veremos qué haré pasados estos dos años. Pero me gustaría poder seguir trabajando por mi cuenta. Creo que hacer lo que estoy haciendo en España me sería mucho más difícil por no decir inviable.

Aún así el sistema alemán no es tampoco perfecto, y aquí también hay pegas. Sobre todo las culturales.

Porque a la madre que decide que sí quiere volver a trabajar antes, la critican. Lo he visto con mis propios ojos, como un grupo de mamis alemanas ponían a caldo a una futura madre (sin estar ella delante) que planeaba reincorporarse a los pocos meses de nacer su bebé (además debido al sistema de guarderías, es algo bastante complicado de hacer, y hay que planificarlo con mucha antelación).

También luego sé que algunas mujeres tienen problemas en el trabajo al reincorporarse tras la excedencia. No las tratan bien, menosprecian o no dan tareas de responsabilidad. ¿Te ha pasado?

Reflexión

Todavía queda mucho que hacer y hacen falta muchos cambios. Yo no sé bien cómo habría que hacer para conseguirlo, o que cambios serían necesarios, porque no es lo mío.

Pero sí creo que tendría que ser posible algo más que sólo cuatro meses de baja de maternidad. Y que las madres y padres tuvieran más permiso cuando nacen sus hijos. Y más tiempo para estar con ellos luego. O permiso retribuido, o que los sueldos y el precio de la vida permitiesen más fácilmente pasar unos años con un sólo sueldo o dos medios.

Pero creo que lo más importante es que cada uno pueda decidir libremente qué hacer. Porque cada vez me convenzo más, de que es la clave para sentirse mejor uno mismo. Que las decisiones vengan de dentro y no de fuera o impuestas, ni por la sociedad, ni por lo que está bien visto, ni por las normas, ni por nada.

Mucho ánimo a todas las madres. Estén donde estén. Hagan lo que hagan. Decidan lo que decidan.

Y ojalá muchas puedan tener la libertad de decidir. Que cambien las cosas, y cada vez puedan ser más.

Con algo de retraso, feliz día a todas las madres. Pero da igual. Ojalá todos pudieran ser felices días.

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