En esta entrada hablo sobre mi experiencia con el porteo con mi primer hijo, y como descubrí el porteo ergonómico. También te cuento mi experiencia y opiniones sobre los distintos portabebés que he probado.
Cuando nació mi hijo, yo tenía claro que quería llevarlo en portabebé. Me parecía tan cómodo y tierno llevar a mi bebé pegadito a mí… Pero pasamos por varias opciones, algunas mejores. Otras muy buenas y otras pésimas.
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Mochilas Colgonas
Lo primero que tuve fueron… ¡¡Mochilas colgonas!! Ya con el embarazo yo quería llevar a mi bebé, y no estaba demasiado informada. Pero si que quería “una de esas cosas de tela para llevar a los bebés, como las africanas, que parecen muy cómodas”. Pero me regalaron de segundo uso un par de mochilas de las “comerciales”. La primera que me dieron parecía un arnés de escalada, llena de hebillas y cierres. Era un lío de poner, y además no estaba acolchada por ningún lado. También me sentía bastante insegura y llevaba al peque agarrado todo el rato… daba la sensación que se le iba la cabeza para todos lados, ya que quedaba como muy despegado de mí. No me parecía lógico tanta holgura. ¡Y cuando se dormía ya ni os cuento! Así que de manos libres poco. Y muy cómoda tampoco, la verdad, y eso que el peque pesaba poquito. Luego me dejaron una segunda que era un poquito mejor porque era algo más acolchada, pero era básicamente el mismo sistema que la primera. A mi marido que también le hacía mucha ilusión llevar al peque… se puso alguna vez muy poco rato estas mochilas y acabó con muchísimo dolor de espalada. Y aparte de no apañar a ponérselas él solo.
Porteo Ergonómico
En aquel momento, en los talleres de lactancia, empezó a llegarme información sobre lo que era el porteo ergonómico. ¡Entonces empecé a entender porque no me convencían nada mis mochilas! Y es que, como ya había visto, hay un mundo de diferencia entre el porteo ergonómico y las colgonas. Yo quería un portabebés ergonómico. Y me enteré que mi hermana tenía un foulard… que en cuanto pudiera me lo daba… esperé como loca hasta que pudieron traérmelo. No sabía ni qué tipo era exactamente, pero me daba un poco igual. Yo quería portear, y estaba harta de las colgonas.
Foulard Elástico
Era un foulard elástico naranja muy chulo, me lo probé enseguida en cuanto lo tuve.
Es lo que más se suele recomendar para los bebés pequeñitos, desde recién nacido. Yo tuve el foulard elástico desde los 3 meses del peque más o menos, y la verdad muy bien. La foto es del primer día probándolo en casa… ¡Y mi hijo se quedó frito de inmediato!! Tiene su truco aprender el anudado, aunque luego es super cómodo. Cuando son chiquitines, ni te enteras de que lo llevas, y al ser todo tela, no se te clava nada. Podía irme horas a pasear sin problema con el bebé cogidito. Lo que no fui capaz de darle pecho dentro al mayor, y era un show cada vez que pedía ponerme a sacarle, desenrrollarme… 😛 Lo estuve usando hasta julio, más no porque con el calor se hacía ya incómodo usarlo, ya que el mío da mucho calor. Acabábamos como pollos… (Ahora sé que los hay más adecuados para el calor como los Calin Bleu) También como el peque empezaba a querer moverse más era complicado con el foulard andarlo sacando y poniendo. A mi marido también le gustó este mucho, pero tampoco apañaba a ponérselo él solo XD. Así que cuando íbamos juntos yo se lo ponía.
Bandoleras
Así que con el calor y una oferta estupenda que pillé me compré el siguiente portabebé. Fue una bandolera de anillas para el agua (Water Sling) .
El porteo en verano
Es muy fresquita, y realmente al final para el agua apenas llegué a usarla el primer verano ?. Pero de diario ¡Muchísimo! Era cómoda porque es muy sencillo sacar y poner al peque. Y ahí si que empecé a poder darle pecho porteado. Pero estas, aunque para el bebé sí son cómodas, para ratos largos no son adecuadas para la espalda del porteador, ya que tiende a cargar más de un lado. A veces sí me molestaba un poco la espalda cuando me pasaba de horas (Por ejemplo irme de compras varias horas con él en la bandolera). Aunque tampoco demasiado mal, no como las colgonas que a la media hora ya no aguantas más. La usé de portabebé de calle hasta que empezó a hacer más frío, porque con la ropa de abrigo, no es fácil de poner. No va demasiado bien llevándola por dentro de los abrigos, ni por encima, ya que no ajusta igual de bien que sólo con camiseta. Se me clava, se resbala… y tampoco es lo mismo poner y sacar al peque y ponerlo entre su ropa de abrigo y la mía.
Porteo en el agua
Así que la dejé guardado un tiempo. Luego la volví a sacar porque vamos de vez en cuando a la piscina cubierta. Ahora que ya empieza a pesar más, ya la uso para sacarlo y meterlo en vez de en brazos ¡Y para la ducha!
Que ducharse con una sardina inquieta de casi 9 kg en brazos es una aventura, y con la bandolera se hace bastante más sencillo. También la he usado alguna vez para bañarme con los peques, en piscina o en el mar. La verdad es que son muy económicas, por menos de 20€ la tienes, y se le saca mucho partido entre verano, piscinas, playa, etc. Aparte que abulta muy poco y es una buena opción para llevar encima “para un apuro”.
Mei Tai
Cuando empezó a hacer frío empecé a usar un Mei-Tai casero, que le pedí a mi madre que me hiciera. Buscamos juntas los patrones en internet, y elegimos unas telas resistentes. Aquí mi madre me enseñaba cómo le había quedado el Mei-Tai. La verdad es que quedó muy chulo.
Ya lo había usado alguna vez antes, pero en verano era como con el foulard, muy tapado y daba calor. La verdad es que no estaba mal del todo, para el peso del niño estaba muy bien. El problema era el mismo que con el foulard de que como cuelga, arrastras por el suelo al anudarlo si tienes que hacerlo en la calle. Y asumiendo que el niño ya quería moverse mucho, no era cómodo para estarle poniendo y quitando.
Para llevarlo con ropa de abrigo bastante mejor, me lo ponía debajo del abrigo y ya está (Hasta que toca quitarlo para sacar al niño). Pero al final me decidí a cambiar de nuevo por varios motivos: el tema de arrastrar las tiras, la dificultad para poner y quitar al peque, y luego que no sé si esto es por ser “casero” o no, llevarlo bastante rato se me hacía incómodo, ya que las tiras empezaban a arrugarse lo que hacía complicado ponerlo y si no lo colocaba bien me molestaban las tiras. Igual podríamos haberle puesto algo más de acolchado.
Mochila Ergonómica
Finalmente, después de mucho darle vueltas, me animé a comprarme una mochila ergonómica Manduca . ¡Desde que la compré la usaba a todas horas! Tuve también que aprender a ajustarla, un par de semanas o así hasta que le pillé el tranquillo del todo.
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Al principio también me molestaba un poco, o si algún día la ajusto mal lo noto y tengo que revisarlo, pero bien ajustada es muy cómoda. Incluyendo las palizas que me pego yo de irme a hacer la compra con el peque cargado.
El ponérsela, subir al peque, bajarle y quitársela es una maravilla. Es lo más cómodo y se hace en un pis-pas. Me la ponía para todo. Para bajar al garaje, subir o bajar de piso en la casa de mis suegros… O simplemente cuando ando por casa. Y es que para usar en casa es muy cómodo también portear. A veces mientras haces cosas y quiere brazos, en vez de llevarle a pulso que enseguida me canso. Y cuando son más grandes lo puedes portear a la espalda para limpiar o cocinar, que además se lo pasa genial cotilleando. También comentar que con la Manduca por fin mi marido se aclaraba. Incluso se animó a ponérsela él solo para salir a la calle con el peque ?. Con todos los demás portabebés, le gustaba y lo cogía a veces, pero tenía que ser conmigo y que le ayudase a ponérselo.
El carrito a un lado
Ah… y comentar que el carrito de paseo lo dejé bastante aparcado desde los 5-6 meses del peque hasta que fue mucho más grande. Y para ir de viaje donde va a parar llevar una mochila a tener que llevar el armatoste del carro (y eso que es de los que más se plegan)… Y más con el maletero del coche que teníamos, que si metemos la sillita poco más cabe.
El porteo ergonómico: Una gran inversión
Así que aunque es un dinero, creo que ha sido una buena inversión. En parte me dio un poco de pena haber tardado tanto en dar el paso en comprarme la mochila.
Pero he amortizando la manduca pero bien, le saqué un montón de partido con mi hijo. Y también con la peque.
Hasta los 2 años la he usado con ambos muy a menudo, y luego incluso pasados los 3 les he seguido porteando más esporádicamente.
En su momento no había mucha otra opción de mochilas. Igual a día de hoy hubiese comprado otra porque por suerte cada vez se extiende más el porteo ergonómico, y hay muchísimas más opciones. Aunque igualmente la manduca también me está viniendo genial con la niña. En otra entrada, os hablaré de cómo ha sido el porteo con la peque.
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- Amaia Armendariz, asesora de porteo, Besotan – Trageberatung Heidelberg (Alemania).
- Cómo empezar con el porteo ergonómico, por Irene Sarria.
Madre de dos hijos, bloguera, informática, diseñadora web freelance, asesora de lactancia, viví 5 años en Alemania y luego regresé a España.
Soy de esas personas que siempre tienen que estar ocupadas y me meto en 50 cosas a la vez. Y de alguna manera, todo acaba saliendo.
Aquí en mi Blog Las Aventuras de Taisa, encontrarás información sobre todo lo que me interesa y espero pueda interesarte también: Maternidad, Manualidades y Vida en Alemania.
Hola
Yo estaba animada a comprarme el Fular.. pero si le pensaba mucho porque en Monterrey donde vivo llegamos hasta los 40°C en verano.. una tortura para mi bebita!
La mochila me gusto mucho! lastima que en Mexico no la venden!!