Alemania es una tierra de castillos y muchos de ellos parecen sacados directamente de un cuento. Soy Marina y desde hace más 10 de años viajo por el mundo junto con mi marido conociendo sitios que soñé con conocer de pequeña. Personalmente, este país es uno de los que más escenarios mágicos tiene para compartirnos.
Los castillos en Alemania ofrecen mucho más que una postal, es una oportunidad de vivir en escenarios donde la imaginación vuela, la historia se vuelve juego y los recuerdos se llenan de magia. Y que mejor que vivirlo en familia, por esto te dejamos son los 10 castillos para visitar con niños en Alemania para que vivas la magia en primera persona.
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1. Castillo de Nymphenburg, Múnich
Este palacio de estilo barroco fue inaugurado en 1664. Entre varios cambios a lo largo de los años finalmente quedo como la residencia de verano de los reyes bávaros. Es enorme y sus salones están decorados, resaltándose la Galería de Bellezas del Rey Luis I. Lo más curioso para los niños es el Museo de Carruajes y Trineos, donde se pueden ver vehículos reales decorados como en los cuentos. Además, el parque que rodea el castillo es casi un bosque, con caminos, lagos y hasta pequeños palacetes. Se puede recorrer con cochecito sin problemas, hay muchos bancos y áreas verdes para descansar.


2. Castillo de Schwerin (Mecklemburgo-Pomerania Occidental)
Rodeado de lagos y conectado a la ciudad por puentes, el Castillo de Schwerin parece flotar sobre el agua, como dándole un marco mágico. Hoy funciona como sede del parlamento regional, aunque su historia se remonta al siglo X, cuando en la isla existía una fortaleza eslava. Durante siglos, fue la residencia de los duques y grandes duques de Mecklemburgo. A diferencia de los castillos bávaros clásicos, la remodelación que sufrió en el siglo XIX le dio las influencias del romanticismo, combinando elementos del gótico, renacimiento y barroco, en una mezcla muy característica del norte de Alemania. Dentro del castillo se ofrecen recorridos con audioguías apta para toda la familia. También hay salas donde los niños pueden vestirse como príncipes y princesas, y exposiciones interactivas pensadas para los peques. En verano se organizan talleres, juegos y espectáculos para toda la familia, convirtiéndolo en una parada especialmente recomendable para quienes viajan con chicos. Es uno de los Castillos en Alemania favoritos entre las familias.


3. Castillo de Burg Eltz (Renania-Palatinado)
Este castillo está escondido entre bosques y niebla. Tiene un estilo medieval parece detenido en el tiempo. Lo curioso no está solo en su edificio, sino que pertenece a la misma familia desde hace más de 800 años. A diferencia de otros, este un estilo mucho más austero y su interior está muy bien conservado. Cuenta con una armería que suele fascinar a los más pequeños. Es importante acceder con auto si lo visitas fuera de temporada, ya que no hay transportes públicos que te dejen cerca. Hay un estacionamiento desde donde comienzan los senderos para caminar y también un minibús. El recorrido está pensado para familias y no es demasiado largo. Además, los alrededores del castillo son ideales para un picnic.

4. Castillo de Hohenzollern (Baden-Wurtemberg)
Ubicado a más de 850 metros de altura sobre el valle del Neckar, el Castillo de Hohenzollern es una fortaleza fue reconstruida en el siglo XIX por el príncipe heredero de Prusia, sobre las ruinas de dos castillos anteriores, como homenaje a la dinastía Hohenzollern. Entre sus salas más emblemáticas se encuentra la cámara del tesoro, donde se conserva la corona del emperador Guillermo II, último monarca del Imperio Alemán antes de su abdicación en 1918.
Para las familias se ofrecen visitas guiadas con material interactivo, una búsqueda del tesoro y actividades lúdicas. El ascenso al castillo desde el estacionamiento puede ser exigente, pero hay un servicio de bus que facilita el acceso, especialmente si se viaja con niños o cochecito.

5. Castillo de Wartburg (Turingia)
Este castillo está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ya que fue donde Martín Lutero tradujo el Nuevo Testamento al alemán en el siglo XVI. Wartburg es ideal para familias curiosa, hay recorridos adaptados para niños, con historias medievales y disfraces. La puerta del castillo está justo detrás del puente levadizo, el cual es el único acceso al castillo desde hace muchos siglos. Las vistas al bosque turingio y las construcciones medievales auténticas crean un ambiente mágico. En las salas interiores, los tapices, vitrales y armaduras capturan la imaginación de chicos y grandes. Algunas zonas del castillo requieren subir escaleras, pero el esfuerzo se recompensa con salas llenas de tapices, armaduras y vitrales.

6. Castillo de Heidelberg (Baden-Wurtemberg)
el Castillo de Heidelberg impone su presencia dominando el valle del río Neckar. Esta parcialmente destruido por guerras y rayos, su imponente silueta de piedra roja sigue siendo símbolo de la ciudad. Durante siglos, fue la residencia de los príncipes electores del Palatinado, una de las casas más influyentes del imperio germanico. Uno de sus mayores atractivos es el enorme barril de vino guardado en las bodegas: con más de 200.000 litros de capacidad, fascina tanto a grandes como a chicos.
El castillo ofrece un sinfín de rincones por descubrir: torres, pasadizos, escaleras ocultas y vistas panorámicas. Además, los niños tienen la oportunidad de disfrutar de las visitas teatralizadas en verano, donde actores en trajes de época narran historias medievales. El funicular que sube desde el casco antiguo facilita el acceso, especialmente si se viaja con cochecito o niños pequeños.

7. Castillo de Lichtenstein (Baden-Wurtemberg)
El Castillo de Lichtenstein fue construido en el siglo XIX en un acantilado en los Montes Suabos. Es uno de los castillos de Alemania con vistas más espectaculares, lo hacen sentir a uno dentro de cuento. Su diseño neogótico fue pensado para recrear el ideal romántico del castillo medieval, particularmente inspirado en la novela homónima de Wilhelm Hauff.
Aunque es pequeño en comparación a otros, su arquitectura, los vitrales, las armaduras y la colección de armas antiguas lo hacen muy atractivo para chicos y grandes. Es posible acceder a pie tras una breve caminata desde el estacionamiento, y en el exterior hay una zona de juegos y un restaurante. Ideal para una excursión corta y mágica en familia.

8. Castillo de Drachenburg (Renania del Norte-Westfalia)
Este castillo relativamente moderno, ya que fue construido a fines del siglo XIX, es digno de ser el escenario de una novela de aventuras. Se encuentra en lo alto de la colina Drachenfels, y para llegar se puede usar un histórico tren cremallera que ya es una atracción en sí. El interior está decorado con lujo y fantasía, y muchas salas cuentan con pantallas interactivas que explican la historia del castillo de forma entretenida. Además, suele haber actividades temáticas para niños y un gran parque alrededor donde pueden correr y explorar libremente.

9. Castillo de Mespelbrunn (Baviera)
Este es uno de los tesoros entre los castillos de Alemania. Para empezar está oculto entre los bosques del Spessart, luego el Castillo de Mespelbrunn parece flotar sobre el agua como una fantasía. Fue construido a comienzos del siglo XV como una casa señorial fortificada y, gracias a su ubicación aislada, sobrevivió intacto a guerras y conflictos que destruyeron muchas otras fortalezas. Este castillo sigue siendo residencia privada de los condes de Ingelheim, descendientes directos de los primeros propietarios, y algunos de los tours son guiados por miembros de la familia.
Aunque no cuenta con zonas de juegos ni actividades específicas para niños, el entorno es tranquilo y muy fácil de recorrer, ideal para una visita relajada en familia, lejos de las multitudes.

10. Castillo de Neuschwanstein (Baviera)
El Castillo de Neuschwanstein es el más famoso y visitado de toda Alemania. Se dice popularmente que su arquitectura de ensueño inspiró el castillo de la Bella Durmiente de Disney.
Construido en el siglo XIX por el rey Luis II de Baviera como un refugio personal y eso se ve en todo el castillo. Fue creado como un homenaje a las leyendas germánicas y a la música de Richard Wagner, a quien el rey admiraba profundamente.

Desde la entrada, Neuschwanstein parece salido de un cuento, con torres que se elevan sobre el paisaje alpino. Los adultos y los niños quedan fascinados con su interior. Desde la Sala del Trono, decorada como una iglesia bizantina, hasta con la Sala del Cisne, dedicada al caballero Lohengrin, uno de los personajes favoritos del rey. También destaca la sala de los cantores o sala de baile, adornada con frescos y detalles dorados que evocan escenas de antiguas sagas y leyendas.
Se puede subir en bus (segun la temporada) o carreta buena parte del camino, el último tramo hasta la entrada incluye una pendiente pronunciada, por lo que conviene llevar calzado cómodo y estar preparados si se va con niños pequeños. Las visitas guiadas están disponibles en varios idiomas y son obligatorias para poder entrar. También hay audioguías diseñadas especialmente para el público infantil.
Autora invitada:
Marina | Viajes por Viajeros
¡Hola! Soy Marina, de formación, Licenciada en Turismo; de corazón, viajera frecuente. Desde hace más de 10 años escribo sobre viajes y me encanta ayudar a otros a planificar los viajes de sus sueños.

Madre de dos hijos, bloguera, informática, diseñadora web freelance, asesora de lactancia, viví 5 años en Alemania y luego regresé a España.
Soy de esas personas que siempre tienen que estar ocupadas y me meto en 50 cosas a la vez. Y de alguna manera, todo acaba saliendo.
Aquí en mi Blog Las Aventuras de Taisa, encontrarás información sobre todo lo que me interesa y espero pueda interesarte también: Maternidad, Manualidades y Vida en Alemania.