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Un mes viajando en bicicleta – Cuarta semana del viaje

Cuarta semana un mes viajando en bicicletaEl viaje de Jenni, André y Unai ya alcanza las cuatro semanas. Ya llevan un mes viajando en Bicicleta por Europa. No os perdáis el avance de su viaje.

Tramo del viaje esta semana

La semana pasada, tras llegar Jenni al límite de su paciencia, llegaron a České Budějovice, donde decidieron quedarse un par de días. Luego avanzaron un poco hasta Český Krumlov, unos 24km y planean quedarse por la zona una semana. Están tomándose un respiro, que les vendrá bien, y disfrutando de la belleza de la zona.

 

Un mes viajando en bicicleta

En total han recorrido unos 700 km en este mes, de los cerca de 2.500 totales de su viaje.

 

26 de Junio: Tras la tormenta

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«El sol vuelve a brillar.»

 

27 de Junio: A quien madruga…

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«Debido al calor del que ya habíamos hablado, el 27 de Junio nos levantamos mucho más temprano de lo habitual. La niebla se posa sobre los campos, y huele, como sólo huele en verano, un par de horas antes de lo que normalmente uno se levanta.

Al llegar a las puertas de Český Krumlov, se comienza a vislumbrar el sol por el horizonte. La ciudad duerme, y con ella los autocares y los turistas, y las últimas sombras por las calles, se podría decir, que se han perdido.

¡Aquí queremos permanecer una semana y buscar historias en sus alrededores!»

 

4 de Julio: Český Krumlov

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«Después de una semana, está claro: Český Krumlov (Krumau) es una ciudad mágica, y todo lo que hay en ella es tortuoso: el río Moldava, las calles, los habitantes.

Uno de ellos, el autor Karel Čapek, que llamó a la torre del castillo de Český Krumlov la «torre más torreosa,» que había visto nunca. El arquetipo de una torre de castillo de cuentos de Europa central: no es del todo de este mundo, más bien sacada de un libro infantil o una novela medieval.

La vista hacia abajo – también de cuento de hadas: El casco antiguo de Cesky Krumlov se encuentra allí en un bucle del río Moldava, una pintoresca alfombra de torres puntiagudas y pináculos barrocos, casi demasiado hermoso para ser verdad. Y aún hay más.

Quien pasea por primera vez por las calles adoquinadas del casco antiguo, no saben dónde mirar primero, tantas vistas de postal aparecen a cada paso. Las casas, como de mazapán, las plazas como si fueran cuadros – uno podría llamarlo de forma cursi, exagerando, un parque temático. ¡Sólo que todo es real!

La ciudad ha tenido suerte por 700 años y nunca ha sido destruida. Ni en la Segunda Guerra Mundial, ni en la primera, ni siquiera en la Guerra de los Treinta Años – y después del final de la cortina de hierro fue restaurada con cuidado.

Český Krumlov – ¡Esta es la perla de Bohemia!»

 

 

Ahora nos contará Jenni cómo va el viaje

Taisa: La semana pasada llegaste al límite. Esperamos que el descanso te esté sentando bien, y que realmente brille el sol de nuevo. ¿Qué te gustaría contarnos sobre este tema?

Jenni: Fue muy duro. No se bien como explicarlo. En situaciones límite estoy llegando a unos puntos en que se mezclan muchos sentimientos. Mi enfado conmigo misma y también salen a la luz enfados con André, rencores que llevo rumiando desde que nació Unai.

 

T: Entiendo que esta semana habéis avanzado desde České Budějovice hasta Český Krumlov. ¿Seguís en Český Krumlov? ¿Qué previsión teneis?
J: De hecho nos quedamos unos días para retratar lo lindo de esta ciudad. Con rascar un poco entre buses
y tascas para turistas descubres rápidamente que existe un submundo. Los artistas siguen existiendo y desarrollando su talento cuando (curiosamente) nadie o pocos miran.

 

T: No habéis hecho mucho trayecto esta semana, aun así ¿Habría algún lugar a destacar? O sino, algún momento que os haya gustado especialmente.
J: Si, en mitad de ningún sitio acampamos cerca del río. Y simplemente fue perfecto. Unai descansó, André y yo tuvimos por primera vez en más de año y medio tiempo de cenar tranquilos, de conversar incluso de abrazarnos. No me preguntes dónde fue exactamente. Tengo un cacao mental con eso de estar cada día en un sitio distinto.

 

Anécdota

T: ¿Qué anécdota nos contarías sobre esta semana?

J: Hemos recibido la primera donación que nos permitió mejorar nuestras condiciones de viaje. A ver si la gente se anima y nos ofrece más «confort», aunque le coges el gusto rápido a lo espartano. También te quita kilos de obligaciones.

(Si a alguien le interesa, se puede colaborar con el viaje desde el apartado de donaciones en su web).

 

Lo mejor y lo peor de este mes

T: ¡Ya llevais un mes de viaje! ¿Qué sería lo que más y lo que menos te ha gustado en este mes?
(Aunque lo que menos igual ya sabemos por donde irá)
J: Lo que más me ha gustado es el logro en si. Hemos llegado desde el Kunterbunthof hasta Cesky Krumlov. Yo tenía mis dudas. Qué quieres que te diga.
Lo que menos pues mira… Tuve un momento en el que pensé que me iba a casa. Estaba literalmente hasta «los cojones», no hay otra expresión. El cansancio, el calor, la falta de agua, y de alguna manera la impotencia frente a la situación. El no poder salir de ella ha sido para mí agotador. Había que pedalear si o si. De repente estás en una carretera en ningún sitio y delante de ti se yergue la cuesta más grande que has visto jamás, y es que no hay vuelta atrás. Ya estás demasiado lejos para regresar a ningún lugar. La sensación ha sido para mí terrible
A eso le sumas que Unai sigue mamando sin piedad cada noche

 

El Viaje en Imágenes

Ahora podéis ver más fotografías en la web del viaje.

 

Y no olvidéis, si os gustaría que les preguntemos alguna cosa, podéis dejar un comentario aquí mismo y lo incluiremos en la próxima entrevista.

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